lunes, 26 de diciembre de 2011

No culpes a los poetas por dejar escritos sus sueños, ni a los soñadores por querer cumplirlos.

Sueña.
Porqué no existen fronteras en la noche.
La oscuridad se expande y los sueños de las personas se encienden y apagan en ella cual estrella en el cielo.
Cierto es, que no se puede vivir de sueños, aunque más imposible aún es vivir sin ellos, pues los sueños nos nutren de vida, son los que nos inyectan la fuerza y la esperanza para poder vivir en esta pesadilla. Si uno cree en ellos, los fantasmas se desvanecen y los sueños se hacen realidad.
Nunca llores por los sueños perdidos, entonces nunca los dejarás renacer. Nunca te rindas, pues no hay edad para soñar, ni los sueños tienen fecha de caducidad.
Vuelven, si realmente lo deseas, siempre vuelven.
Aunque se escapen, aunque parezca imposible atraparlos, vuela, bien alto, y persíguelos siempre, porque en realidad los sueños no se viven soñando, sino recorriendo el camino hasta alcanzarlos.

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