Te odio, te odio con todo el corazón y
con toda mi alma. Te odio casi tanto como te amo.
Y me arrepiento de
todas las cosas que no te dije cuando tenia la oportunidad, sólo
porque ahora ya no tienen sentido. Porque siento que todo se derrumba
a mi alrededor y que tu simplemente fuiste la pieza que desencajó e
hizo perder el equilibrio del castillo de ilusiones que había
construido.
E intento que me de igual. Dejarte de
echar de menos sería la mejor opción, y si fuera tan fácil,
creeme, que no dudaría ni un minuto en hacerte desaparecer. No es
que me arrepienta, es que simplemente no estás y tampoco lo intentas.
No pido verte cada día, no pido besarte cada día, no pido nada más
que unas palabras sinceras de lo que sientes de vez en cuando, o de
mucho en cuando. Porque lo necesito. Porque si quieres tenerme,
tienes que necesitarme tu también.
Y ahora como que ya es un poco tarde.
No puedo dejar de creer que todo es mentira y que no puedo confiar en
tí, nisiquiera quiero intentarlo.
Lo que mas me jode, es que desde un
principio me negué a creer que esto acabaría así, y mírame, aqui
estoy, donde nunca debería haber llegado.